Rosario Central cayó 3 a 1 ante Barracas Central, en un partido donde mostró la peor cara del ciclo Kily González. Errores infantiles, carencia de ideas a la hora de generar juego y sin peso ofensivo. Marco Ruben anotó el único tanto auriazul.
De las noches más tensas que se vivieron en los últimos años en el Gigante de Arroyito. En una actuación para el olvido. Rosario Central cayó 3 a 1 ante un modesto Barracas Central y desató la reprobación de todos los hinchas, que respondieron con silbidos y exigiendo la renuncia del Kily González.
La primera mitad del encuentro, tuvo un desarrollo muy parejo y expuso las ideas de ambos equipos desde el comienzo. El Canalla buscaba presionar y atacar rápido, mientras que el Guapo esperaba bien ordenado en su campo y aprovechar las contras para generar espacios en la defensa auriazul.
Tal es así, que la primera situación clara de peligro llegó a los 23 minutos de juego. Lautaro Blanco apareció por izquierda, envió un centro al área, Marco Ruben ganó en lo alto pero la pelota se fue desviada.
Los del Kily González siguieron buscando y llegó la situación más clara de la tardenoche rosarina. A los 31 minutos, Blanco volvió a meter un centro al área, Paz la tocó con la mano para evitar que Ruben pueda cabecear y Pablo Dóvalo convalidó el penal. A diferencia de los partidos ante Boca y Central Córdoba, el 9 se hizo cargo de la ejecución y desató la locura en Arroyito.
Los minutos finales, el Canalla aprovechó el envión de la ventaja para seguir yendo al frente y aprovechar algunas falencias que mostraba la visita. Sin embargo, la historia cambió por completo en la segunda parte.
El nuestro entró dormido, comenzó a fallar en los pases, empezó a sufrir el cansancio y se alejó del arco defendido por Maximiliano Gagliardo. A los 10 minutos, tras un córner a favor, Arce agarró la pelota de lleno y la terminó clavando en el ángulo superior derecho de Gaspar Servio para igualar las acciones del cotejo.
Con este cachetazo, el Canalla se desplomó por completo y no pudo levantarse más. A los 19 minutos, para sumarse más dramatismo al encuentro, Juan Cruz Komar dejó corto un hacia atrás, Sepúlveda aprovechó, eludió a Servio y definió para poner en ventaja a los de Alfredo Berti.
A falta de 5 minutos para el final de la noche, en medio de los canticos de la hinchada hacia el técnico y los jugadores, la visita dio el golpe de gracia y cerró la historia. Bordón envió un centro desde la derecha, Castro la bajó con clase, se perfiló para la derecha y sacó un remate letal para el 3-1 final.
De esta manera, el Canalla se fue al vestuario en medio de la reprobación total de todo el público presente en el Gigante de Arroyito y con la sensación clara del fin de un ciclo marcado por la irregularidad constante. Ahora se viene el clásico rosarino y el futuro del entrenador parece estar atado a lo que suceda en 7 días.
Comments