Erró, corrigió y ganó

Carlos Tévez fue ejemplo de lo que un entrenador tiene que realizar en el desarrollo de un partido. El Apache acertó con los cambios y fue uno de los grandes ganadores de la jornada.

El fútbol tiene una frase ya trillada que marca: "Los partidos a veces se ganan por detalles", esto en un clásico y más en el rosarino se acentúan mucho más. En este marco, el triunfo de Rosario Central algo tiene que ver con esto.

Es que en los primeros 20-25 minutos de juego, el Canalla nunca pudo hacer pie en el terreno de juego del Gigante de Arroyito y pasó momentos de mucha zozobra ante su clásico rival. El 5-3-2 planteado por Carlos Tévez en la previa, no se pudo materializar en el comienzo y el equipo sufría mucho por los costados.

Ante esto, y con la lesión de Facundo Buonanotte, el Apache ubicó a Juan Gabriel Rodríguez como volante central junto a Mateo Tanlongo para equilibrar y abrió a Infantino por izquierda y a Montoya por derecha. De allí en más, el Canalla comenzó a crecer en el juego, la defensa dejó de sufrir y el nuestro empezó a tomar el control de la pelota.

Desde los 43 minutos, con el tanto de Alejo Véliz, el elenco auriazul tomó el control del partido y no lo soltó hasta el final del partido. Más allá de una jugada de peligro aislada por parte del rojinegro, la defensa cerró los caminos al arco de Gaspar Servio y los de Sanguinetti poco pudieron hacer para cambiar.

En este aspecto, es que Carlos Tévez termina siendo uno de los grandes ganadores del clásico. Es que desde su inexperiencia, tuvo la visión de corregir y cambiar el rumbo de sus dirigidos.